domingo, 21 de enero de 2018

Mejor concentración y sin sueño después de comer

Tenía algo de tiempo que por las tardes me era más difícil concentrarme en el trabajo. Después de comer ya no rendía igual. Era muy fácil distraerme, ponerme a "aprender" algo nuevo en lugar de terminar los pendientes. En las mañanas era cuando avanzaba la mayoría de los pendientes y en las tardes hacia seguimiento de tareas, una que otra junta y planear lo que haría al otro día.

Además de mi trabajo empecé a tomar trabajo por mi cuenta, por lo que necesitaba seguir productivo después de las horas de oficina. Por las tardes o noches tenía que concentrarme y programar, no podía darme el lujo de procastinar y aún así, por más que intentaba, no lograba concentrarme como antes. Cada vez me era más difícil y pensaba que quizás era por la edad.

Empecé a tomar café también por las tardes y una que otra coca-cola para poder trabajar en la tarde y noche. Además de mis trabajos también daba clases en universidad por la noche (ser profesor era mi tercer trabajo) y necesitaba tener energía para poder explicar los temas. Hubo un tiempo que me tomaba una coca-cola regular diario además de café, galletas y botanas solo para mantenerme despierto con energía.

Escuchando y leyendo sobre la dieta cetogeníca me enteré de algunas cosas que me interesaron para poder trabajar mejor por las tardes...

Antes de explicar lo que aprendí, lee el siguiente descargo de responsabilidad:

Soy Mario H. Cornejo y soy un Ingeniero en computación, no soy médico. Tengo desde el 2 de Mayo 2017 tratando de consumir menos de 30g de carbohidratos al día (no los cuento). Me he sentido muy bien eliminando los carbohidratos de mi dieta. He sido testigo de gente que siguiendo la dieta cetogénica ha revertido la diabetes tipo 2 y han dejado de inyectarse insulina, además de evitar todas las complicaciones que tiene la diabetes tipo 2. Este Blog es una forma de compartir con los demás lo que he aprendido y quizás les ayude a vivir mejor. Estoy convencido que es la forma en que todos debemos de comer; sobre todo las personas propensas a diabetes. Si te interesa, ojalá que este blog te ayude a buscar información por tu cuenta. Recuerda que no soy médico, soy un ingeniero que escribe en el internet compartiendo su experiencia.

Una de las cosas que nos hace tener sueño después de comer son los altos niveles de insulina, cuando comemos carbohidratos se eleva la glucosa en la sangre y entonces el páncreas produce insulina para almacenar la grasa y usar la glucosa. Cuando hay mucha insulina el cuerpo está en modo de almacenar energía y eso nos provoca sueño. Si comemos algo que no suba los niveles de glucosa entonces no sentiremos el sueño después de comer. La grasa no provoca una respuesta de insulina en el cuerpo por lo que si tenemos una dieta rica en grasas, poca proteína y evitamos los carbohidratos entonces no habría mucha insulina en la sangre por lo que no deberíamos sentir ese sueño después de comer.

Otra cosa que aprendí fue que al tener bajos niveles de glucosa en la dieta, el páncreas genera glucagón que es como la hormona "opuesta" a la insulina. Cuando sube la glucosa en la sangre el páncreas genera insulina, si hay poca entonces (el páncreas) genera glucagón.

El glucagón provoca que el hígado inicie la gluconeogénesis, que es el proceso mediante el cual el hígado produce la glucosa que necesitamos a partir de ácidos grasos. Así como el hígado, cuando la insulina está alta convierte la glucosa excedente en grasa, del mismo modo cuando el glucagón está alto convierte la grasa en glucosa. Cuando el hígado produce glucosa también produce los cuerpos cetónicos.

Los cuerpos cetónicos son tres: acetoacetato, ácido betahidroxibutírico y acetona. Estos se producen en el hígado en periodos largos de ayuno o si estamos en una dieta que restringe el consumo  de carbohidratos. Estos cetones (ketones en ingles) son los que le dan nombre a la dieta. Los cuerpos cetonicos son usados por las células del cuerpo como energía. Cuando usamos principalmente cetones como energía (en lugar de glucosa) es cuando decimos que estamos en cetosis (de ahí el nombre de este blog). Es importante no confundir la cetosis con la cetoacidosis, la cetoacidosis sí es peligrosa porque altera el PH de la sangre. La cetosis no es peligrosa, al contrario.

Al principio del cambio de dieta, el cuerpo no es muy bueno usando los cetones como energía por lo que elimina cierta cantidad. Si quieres saber si ya entraste en cetosis puede detectarse el acetoacetato en la orina; pero después de un tiempo de adaptación se dejan de detectar en la orina aunque sigas en cetosis, esto es porque el cuerpo es más eficiente y no se desperdicia. También la cetosis se puede detectar en el aliento, una vez que el acetoacetato produce acetona. El aliento tiene un olor entre afrutado y removedor de pintura para uñas (por la acetona).

Cuando el cerebro usa cetones como principal fuente de energía (en lugar de solo glucosa) se logra mantener mejor concentración por más tiempo.

Para entenderlo, imagina que el cerebro es una fogata y necesitamos que esté prendida para trabajar, debemos darle combustible. Los carbohidratos son como el ocote, pasto seco o papel, se quema muy rápido, produce una flama grande al instante que después se acaba rápidamente a menos que estemos muy seguido arrojando más para conservar la llama. Los cuerpos cetonicos son como la leña. Un buen leño es suficiente para mantener la fogata por un largo periodo, no es un combustible explosivo, tarda un rato en quemarse y la llama es constante.


Cuando el cerebro trabaja con glucosa (combustible que se quema rápido) trabajamos bien por un rato y después ya andamos buscando algo más que comer o botanear, es difícil estar concentrado si ya es la hora de comida, muchos se ponen de malas y les duele la cabeza si no han comido. En cambio cuando usamos cuerpos cetónicos como energía podemos incluso no salir a comer y seguir de buenas, concentrados en el trabajo.

Está fue la razón por la que me animé a dejar los carbohidratos. No tenia diabetes y según yo tampoco sobre peso, como para cambiar mi dieta; pero sí tenía problemas de productividad después comer. Sentí ganas de intentarlo, de conocer esos efectos que tanto escuchaba y leía.

Así que me decidí a dejar de comer carbohidratos, ahora solo faltaba decidir cuando iba a empezar. Como muchos cambios en la vida, nunca es el mejor momento para iniciar el cambio. Seguido nos invitaban a fiestas donde había pasta, pizza, en la casa cocinaban arroz, antojitos mexicanos (que casi todos llevan maíz), etc. Así que un día a las 5 pm me di cuenta que nunca iba a llegar ese mejor momento así que en ese instante me propuse ya no comer carbohidratos.  No había comprado comida especial ni nada, solo ya no comería carbohidratos. El único plan era: desayunar huevo con tocino...


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